La Ruta de la Seda (parte I)

Se entiende por Ruta de la Seda el itinerario que en la antigüedad unió el imperio romano y chino, rutas de más de 7.000 km de largo que se remontan a más de 2.000 años. La Ruta de la Seda partía de Changan (hoy conocida como Xian), pasaba por otras ciudades chinas como Lanzhou y Turphan, recorría algunas de las ciudades de Kazastan, al Norte de Afganistán, como Tashkent, Samarkanda y Bukhara, para llegar a Teheran, Tabriz y Ankara, como antesala de su destino final, Roma.

Xinjiang. Foto: J.Marie Boyer, vía FLickr

Xinjiang. Foto: J.Marie Boyer, vía FLickr

A pesar de que se conoce como la Ruta de la Seda (así lo bautizó Ferdinand von Richtofen, un geólogo alemán en 1877, en su obra Viejas y nuevas aproximacioness a la ruta de la Seda ), esta expresión se puede mal interpretar y dar a entender que sólo existía un camino. Pero no es así. Se trata de un conjunto de rutas comerciales en las que, principalmente,  comerciantes chinos transportaban por ella sedas y, en el momento que se divulgó el secreto de la fabricación de ésta, el comercio se fue reemplazando por pieles, té y especias, a cambio de oro y plata, piedras preciosas y lana.

Itinerario

Todas las rutas empezaban en Changan, se dirigían al corredor de Gansu y llegaban a Dunhuang hasta el borde del Taklamakan, desierto cuyo nombre significa “donde entras pero no sales”.

Desierto Taklamakan. Autor: Prashant Ram, vía Flickr

Desierto Taklamakan. Autor: Prashant Ram, vía Flickr

Aquí la Ruta de la Seda se dividía en dos ramales: norte (pasaba por la Puerta de Jade y cruzaba una parte del desierto del Gobi hasta Hami, después siguiendo las montañas de Tianshan donde se hallaban los oasis de Turfan y Kuqa hasta llegar a Kashgar a los pies del Pamir) y sur (se sitúa en los bordes del sur del Taklamakan vía Khotan y Yarkand hasta Kashgar).

Intercambio cultural

Poca gente hacía la ruta de la seda completa. Los productos pasaban de un mercader a otro por segmentos. El comercio se hacía en cadena, con enlaces de mercaderes en determinados puntos de la ruta. Era un camino peligroso, pero muchos viajeros se aventuraban a hacer esta ruta no solo por el comercio, sino también por la aventura y el conocimiento, ya que la ruta de la seda fue también una importante ruta de intercambio de información e ideas entre las civilizaciones de Oriente y Occidente.

En el próximo post os propondremos una ruta que sigue el trazado de la antigua ruta comercial. ¡No os lo perdáis!